Montejo, 6000 km al año vigilando desde el cielo
14/05/2022

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Montejo, 6000 km al año vigilando desde el cielo

Celebramos el Día Mundial de las Aves Migratorias presentando al alimoche Montejo, uno de nuestros centinelas con más kilómetros vigilados a sus espaldas.

Los alimoches, al igual que muchas pequeñas aves y que algunas rapaces son aves migradoras. Dos veces al año recorren la distancia que separa el África subsahariana, donde pasan el invierno escapando del frío, y la península ibérica, donde regresan cada primavera para pasar el verano.

 

Alimoche adulto – Jorge Sierra/WWF

Recorren miles de kilómetros cada año en un viaje lleno de peligros, haciendo frente a las inclemencias meteorológicas, la dificultad para encontrar comida… Por si fuera poco, también tienen que superar importantes amenazas derivadas de la actividad humana: las colisiones con aerogeneradores y los tendidos eléctricos y la peor de todas, el uso ilegal de veneno.

 

Para acabar con la lacra de este delito, Montejo y el resto de nuestros Centinelas del veneno van equipados con dispositivos GPS. Gracias a la información que emiten estos aparatos podemos analizar sus comportamientos y sus movimientos, además de permitirnos actuar rápidamente si algo va mal y recabar pruebas para dar con el culpable en caso de envenenamiento.

 

Montejo es uno de nuestros centinelas con más kilómetros de vuelo. Empezamos a contabilizarlos en agosto de 2018, cuando le colocamos por primera vez el dispositivo durante uno de los veranos que  pasaba en Montejo de la Vega (Segovia). Desde entonces recorre anualmente más de 6000 km.

 

Cada año Montejo pasa el invierno en la región mauritana de Hodh Ech Chargi. Este año, en febrero, comenzamos a observar movimientos cada vez más largos: ¡estaba entrenando para el gran viaje! Finalmente el 8 de marzo comenzó su migración de vuelta a la península.

 

Un viaje imparable que le llevó a recorrer 1200 km en 10 días, permitiéndonos descubrir desde el aire los lugares por los que viajaba. Entre ellos, accidentes geográficos tan impresionantes como la Estructura de Richat, también conocida como el Ojo del Sáhara, por donde Montejo pasa todos los años.

 

Localizaciones de Montejo a su paso por el Ojo del Sáhara

El 19 de marzo Montejo cruzó el estrecho y llegó a la península. Un viaje agotador, afrontando los fuertes vientos que azotan esta zona y sorteando aerogeneradores, que no terminaba ahí: aún tenía que llegar a Segovia sobrevolando Extremadura, donde tres águilas imperiales habían fallecido envenenadas unos años antes

 

El 27 de marzo Montejo llegó de vuelta, sano y salvo, a Segovia, terminando así lo que se conoce como migración prenupcial, es decir, la migración previa a encontrar pareja y reproducirse, tarea en la que invertirá toda la primavera y verano.

 

En septiembre, si nada lo impide, Montejo comenzará a volar cada vez distancias mayores hasta que finalmente esté listo para la migración postnupcial: una nueva aventura que le llevará a pasar el invierno de vuelta en Mauritania.

 

La península ibérica acoge el 80% de la población europea de alimoches. Esta especie ha sufrido un fuerte descenso de sus poblaciones en los últimos años, muy afectada por el uso ilegal de cebos envenenados.

 

En WWF seguiremos luchando acabar con esta lacra y que delitos como el uso ilegal de veneno no queden impunes.

 

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